La literatura escatalógical bíblica trata del " fin del mundo ". Nos equivocamos cuando suponemos que la Biblia presagia el futuro. Hay los que se están preparándose para el fin del mundo por razón de la guerra contra terrorismo, basado en su lectura de la Biblia. La literatura escatalógical es una reflexión en y la proyección de la experiencia en relación a la justicia y el amor de Dios.
Malaquías (4:1-2a), en reflejar en la realidad de los tiempos que él vivió en el Testamento Viejo, y Lucas (21, 5-19), en contar la vida y el significado del Cristo, hablan del un futuro cataclismo. Con el abuso de nuestro ambiente natural a nuestros propósitos egoístas, el desastre global es un resultado muy posible. Pero la literatura escatalógical no es pura catástrofe, a pesar de lo que muchos de los creyentes perciben.
También, la literatura escatalógical contiene un mensaje claro de vindicación y consuelo.
Cristo les dijo a sus discipulos en el evangelio de Lucas: "a ustedes los tomarán presos y les perseguirán, los entregarán a los tribunales judíos y los llevarán a las cárceles; los harán comparecer ante los reyes y gobernadores porque llevan mi nombre."
Trabajar para la justicia es muy duro, con mucha frustración y peligro. La literatura escatalógical promete que el último consuelo de la gloria de Dios tendrá la última palabra. Continúa Lucas: "Sin embargo, no se perderá ni uno de sus cabellos. Manténganse firmes, y se salvarán."
Trabajar para la justicia es más que su propia recompensa: es el ejemplar del ministerio escatológical. Dice Malaquías: "Pero, en cambio, para ustedes que respetan mi nombre, brillará el sol de justicia." Los cielos de la liberación brillan con las estrellas de los mártires recientes del El Salvador, Guatemala, los Mangyan y Dumagat de Tagalog Sur en las Filipinas y, en todas partes, de hombres y mujeres quienes se sacrifican por justicia.
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